«Todo empezó en 1996, en París, cuando mi madre, Fanny, abrió su primer salón de manicura: «Manucurist». Inmersa en este mundo desde muy joven, observé largas conversaciones entre mujeres y discerní preocupaciones comunes: falta de tiempo para cuidarse, decepción con los esmaltes de uñas clásicos, daños causados por la aplicación y retirada de geles semipermanentes… Tras varios años trabajando para algunos de los nombres más importantes del lujo: Louis Vuitton, Prada e Yves Saint Laurent, me hice cargo de la empresa familiar con el objetivo de añadir mi amor por el color, mi experiencia en la moda y dar un giro eco-responsable y saludable. Mi ambición era crear la primera alternativa ecológica y limpia de origen vegetal y vegano. Nuestra misión deleitarte con esmaltes de uñas que levanten el ánimo y te hagan sonreir»
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