Memo Paris Ilha do Mel es un homenaje a esa isla con forma de ballena dulce, un paraíso escondido donde la naturaleza y el deseo conviven en perfecta armonía. Aquí, los rayos del sol acarician los pétalos de las flores mientras una corriente de mandarina luminosa anuncia el comienzo de un viaje sensual.
Las olas traen el aroma salado de las palmeras y el eco de risas envueltas en retama. Un acorde de jacinto fresco y vegetal da paso al corazón de esta fragancia, donde el jazmín narcótico, el azahar y la gardenia cremosa susurran un poema a la piel. Todo está cubierto por una capa de miel dorada, licorosa y envolvente, que se mezcla con el enebro y el vetiver en un vaivén de frescura y dulzura. El almizcle se despliega como una segunda piel, suave, íntimo, mientras la vainilla aporta el toque final, cálido y adictivo, como una promesa que se cumple al anochecer.
Ilha do Mel es un escondite de emociones, una invitación a dejarse llevar por el placer y la calma de una isla que solo existe en los sueños.
Una brisa melosa que acaricia la memoria. Un paraíso líquido del que no querrás regresar.
Notas: Esencia de mandarina, acorde de Jacinto, esencia de enebro, absoluto de retama, acorde de gardenia, concreto de lirio, absoluto de jazmín, absoluto de azahar, vetiver, esencia de vainilla, almizcle.
Memo Paris es una colección de perfumes que dibujan un mapamundi olfativo único. Todo un pasaporte de viaje personal. Cada destino codiciado, desde Asia hasta África, pasando por América, del lago Inlé a Lalibela, hasta Sundance, desarrolla una fantasía que se despliega alrededor de su punto de anclaje. Sitios de excepción o metas secretas. Cualquier lugar se convierte en fragancia. La magia de un lugar es prolongada y reinventada por el perfumista.
El equipaje es ligero, apenas un frasco, pero la experiencia contiene la densidad de un viaje. Es el momento de que lo personal conozca lo universal, de que el cuerpo descubra una sensación exterior. Compuestas por Aliénor Massenet, cada fragancia busca expandirse con su contraste. Hacerse un hueco entre el sorprendente y delicado juego de las materias primas. Como si se tratase en todo momento de retomar la primera impresión de un lugar en el mundo con bellezas aún desconocidas.
Para Memo Paris, Aliénor va a permitir este paso entre territorios tangibles e inmateriales. Lalibela, Manoa, Siwa, Inle, Jannat. los lugares elegidos, reales o imaginarios, son ricos en historia y símbolos, con una capacidad de proyección y de evasión, y la metamorfosis olfativa en la obra les da nuevas raíces. Serán delicadas, sensuales, lúdicas, amorosas y atónitas.
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