La fórmula combina hamamelis y glicerina, que calman e hidratan la piel recién afeitada, mientras cierra los poros y deja una sensación de frescura suave y duradera. Basta una pequeña cantidad para envolver el rostro en un velo aromático que evoca el estilo británico más atemporal.
Lanzado en 1951 y bautizado en honor al número de la histórica boutique Floris en Jermyn Street, No. 89 encarna el alma de la perfumería clásica. Las notas iniciales de bergamota, naranja y lavanda, junto al brillo del neroli y el picor suave de la nuez moscada, dan paso a un corazón floral elegante con geranio, rosa y ylang-ylang. La base se apoya en maderas nobles como el sándalo, el cedro y el vetiver, acompañadas de almizcle y musgo de roble, que aportan estructura y profundidad.
Un aroma emblemático que ha acompañado a íconos como Ian Fleming o Cary Grant.
Clásico, elegante y eternamente masculino.